| ||
|
KERYGMA MJC
Medio de difusión oficial del estilo, sistema y cultura del MJC, así como recursos para sus dirigentes y campo de apostolado en la misión propagadora de la Palabra de Dios.
domingo, 4 de septiembre de 2011
Las Virtudes Teologales: Fe, Esperanza y Caridad
domingo, 28 de agosto de 2011
CULTURA MJC
Mantuve a seis honestos servidores,
Ellos me enseñaron todo lo que sé;
¿sus nombres?
Qué, Como, Cuando, Quien, Donde y Porqué.
Rudyard Kipling
Cultura MJC ¿Qué es eso?
Hola, gracias por tomarte algo de tiempo para leer estas líneas, lo que tienes en tus manos es un documento hecho con la intención de hacer más agradable y fructífera tu vida en el M.J.C.
Por definición el MJC es un grupo de formación para niños, adolescentes y jóvenes. Antes de continuar leyendo, quisiéramos que recuerdes cómo ingresaste en él, porqué decidiste quedarte y la manera en que ha sido tu desarrollo hasta este momento.
Hay quienes han estado un tiempo relativamente corto, quizá un año poco más o menos, y también hay gente que ya lleva más de dos o tres años dentro del Movimiento. Además sabes que existen muchos equipos y que ninguno es igual a otro, así que las experiencias y lo que nos ha sucedido es distinta para todos y cada uno de nosotros.
Pero a pesar de ser experiencias distintas, sabemos que hay elementos comunes que nos permiten entender y disfrutar con las experiencias de otras p
ersonas que también pertenecen y han pertenecido al M.J.C.; compartimos una misma fe y desarrollamos actividades, a veces muy parecidas, a veces muy distintas, encaminadas a conseguir un objetivo común:
La formación integral de líderes cristianos en la acción propagadora de la palabra de Dios, que se refleja en un compromiso de vida.
A todos estos elementos que nos permiten identificarnos como miembros de una comunidad llamada Movimiento de Juventudes Cristianas, es a lo que le denominamos cultura. Y como en toda cultura, realizamos acciones y hacemos cosas que nos permiten distinguirnos de otras. Pero a pesar de que tenemos los elementos para ser una comunidad formada por otras más pequeñas, unidas por esta cultura, a veces parece que tenemos más de una dentro del M.J.C. y que existen diferencias irreconciliables entre nosotros, lo que nos mantiene separados y divididos.
Pero si te fijas, en el objetivo existe una palabra que es la que le da sentido a toda cultura y esa palabra es vida. La cultura es el conjunto de elementos materiales e ideales que un grupo posee y comparte, es lo que refleja la concepción de la vida por parte de ese grupo y por eso resulta tan importante el conocerla
Así que por favor lee con calma y detenimiento este documento que tienes en tus manos, coméntalo con quien quieras y, sobre todo, escucha lo que tengan que decirte. Una de las cosas más importantes en cualquier sociedad es la comunicación, y para ello es necesario que dialoguemos constante y abiertamente sobre todo aquello que nos involucra como Movimiento, porque el M.J.C. somos todos los que estamos en él.
¿Porqué necesitamos esta cultura?
Lo que queremos con este culturario (o planteamiento de identidad cultural) es darte elementos que pueden ayudarte, aclararte (o quizá generar) dudas y motivar tu desarrollo integral en la emocionante aventura y enorme compromiso que es vivir el M.J.C.
Antes de continuar, imagínate en tu equipo de trabajo (en Conquista, Cadena, Escuadrón o Grupo de Línea Juvenil), tu sabes que el trabajo a veces (en realidad frecuentemente) no es sencillo; tienes que ponerte de acuerdo con otras personas, trabajar de manera ordenada y conjunta para hacer realidad un proyecto, mantener su interés y motivarlas para que puedan dar lo mejor de si mismas cada vez que se reúnen, y también sabes que hay muchas cosas que pueden salir mal aunque tú no lo desees, ya sea con las mismas personas con que trabajas, o en los lugares donde te desarrollas tus actividades, o por el clima, o por tantas cosas que pueden suceder.
Ahora, imagínate todo eso multiplicado en 11 Conquistas, 12 Cadenas, 17 Escuadrones y 8 grupos de línea juvenil, distribuidos en 11 zonas ubicadas en 5 distintos estados de la República Mexicana, sin mencionar la fundación de nuevos equipos. (actualmente en 2011 tenemos 27 conquistas, 27 cadenas, 27 conquistas y 8 juveniles, en 23 zonas y 5 regiones) Piensa un momento en lo difícil que puede resultar el ponerse de acuerdo, mantener unida y trabajando de manera ordenada y conjunta a toda esa gente para conseguir un realizar un proyecto y alcanzar nuestro objetivo.
El origen y reflejo de todo lo que sucede en el M.J.C. es la cultura de la que estamos hablando; es decir, los valores formados por las creencias que compartimos y que sustentan nuestras acciones, de manera que lo que ocurre en el Movimiento sea de una u otra forma. Por esta razón necesitamos conocer y participar en la formación de la cultura M.J.C., para mantenernos unidos y formar una verdadera comunidad cristiana aunque estemos en distintos lugares y equipos.
Pero el que existan conceptos e ideas diferentes entre cada uno de los grupos que integran al M.J.C. no es malo, al contrario, es parte de nuestra naturaleza humana y de hecho es una enorme riqueza que tenemos que valorar en su justa dimensión y aprender a utilizarla correcta y sabiamente, así que no queramos que todo mundo piense igual que nosotros; respetemos y aprendamos de nuestras diferencias permitiendo que nos ayuden a crecer tanto a nivel personal como colectivo.
Sabemos que hay muchas cosas que podemos mejorar y que estamos muy lejos de ser la comunidad perfecta que deseamos, donde todo es alegría y felicidad; sin embargo, en la medida que podemos compartir nuestras capacidades y valores personales, podemos cambiar entre todos aquellas cosas que nos impiden consolidar un verdadero Movimiento Nacional que, aunque posee paradigmas diferentes, esté unido y sea a la vez entusiasta, joven y fundamentalmente, cristiano.
¿Cómo logramos una cultura M.J.C.?
Bueno, ya dijimos que nuestra cultura M.J.C. son los elementos que nos identifican y caracterizan como una comunidad específica. Para empezar a conocer la cultura M.J.C, tenemos lo que en nuestra mística llamamos los siete instrumentos básicos, y que aunque los trabajamos, a veces no nos damos cuenta de su importancia, estos instrumentos son:
La vida en equipo.
Todos formamos parte de un equipo, en él aprendemos a trabajar junto con otras personas y también que no es una simple reunión para pasar el rato. Es dentro del equipo donde comenzamos a establecer compromisos y es en él donde nos percatamos que al ayudar a los demás nos ayudamos a nosotros mismos. El vivir en un equipo nos enseña que la única manera de trascender es a través de las demás personas. Recordemos que el que no vive para servir, no sirve para vivir.
El apostolado del joven por el joven.
Como el nombre del Movimiento indica, está formado por gente joven, no sólo de edad sino también en espíritu, que hemos decidido compartir nuestra energía e ideales con gente de edades aproximadas, para entendernos y crecer juntos pudiendo alcanzar todos juntos nuestro objetivo, mediante la vivencia de experiencias comunes que nos permitan ser una parte de la humanidad, viviendo nuestro servicio en los ambientes que nos son propios y participando activamente en la transformación de ellos, para poder ser protagonistas en una sociedad más humana, humanitaria y justa. "Los jóvenes deben convertirse en los primeros e inmediatos apóstoles de los jóvenes, ejerciendo el apostolado personal entre sus propios compañeros." (Decreto para el Apostolado de los Seglares. 12, 18, 20, 30. Documento final del II Concilio Vaticano, 1968)
La amistad cristiana (o amistad exigente).
En nuestros equipos encontramos amigos, y de hecho, muchas veces entramos en ellos porque nos invitó algún amigo, pero la amistad cristiana es mucho más que una afinidad de gustos, es más que querer estar acompañado por personas que nos agradan. Es el querer compartir con las personas que estimamos nuestro crecimiento en la fe y es poder cumplir con gusto los compromisos que hemos establecido con ellas, ayudando y apoyando en cuanto esté a nuestro alcance. No hay amor más grande que el de alguien que da la vida por otra persona, y precisamente nuestra tarea es dar nuestra vida, vivir por muchas personas.
El liderazgo cristiano.
Este instrumento que citamos en el objetivo es una de nuestras características principales como Movimiento, pero a veces olvidamos que un líder cristiano no es aquel que tiene muchos seguidores y que además entra a misa y conoce algunos pasajes de la Biblia. Un líder cristiano es aquel que se ayuda para poder ayudar a los demás y busca serlo con el propósito de vivir plenamente su vocación como apóstol, no sólo transmitiendo la palabra de Dios, sino poniéndola en práctica a lo largo de su vida siendo luz del mundo y sal de la tierra. La palabra convence, pero el ejemplo arrastra.
La formación en la acción (o formación).
Esta es la manera en que desarrollamos nuestro trabajo y nos permite formarnos de manera integral. Todas las actividades que desarrollamos nos permiten aprender y enseñar a la vez, son la práctica consciente y fundamentada de nuestras habilidades al servicio de Dios. No estamos esperando a estar completamente formados antes de entregarnos a nuestras actividades, nos preocupamos por aprender de ellas para que parte de nuestro crecimiento sea el compartirlo con más personas. Así, podemos ir cubriendo nuestras deficiencias a medida que las vamos encontrando, y no tenemos que esperar a que alguna otra persona las halle para brindarnos soluciones.
La misa comunitaria y la oración.
Si queremos ser una verdadera comunidad cristiana, es necesario acercarnos a Cristo y a la palabra de Dios que nos llega a través del Antiguo y del Nuevo Testamento. Cada vez que celebramos la Eucaristía y rezamos la oración del Corazón de Cristo, nos unimos en la voluntad de alcanzar nuestro objetivo; y cada vez que participamos en la misa, al leer, pasar por las limosnas, entregar las ofrendas o al cantar, estamos apropiándonos de una actividad común a todos los grupos del M.J.C. este quizá sea el vínculo más fuerte de todos. y es ciertamente el que nos indica que distintos equipos forman una comunidad. y finalmente
Los símbolos externos de la mística.
Que son las cosas más visibles de nuestras actividades, son nuestros colores y camisetas, nuestras pañoletas y nuestros banderines y escudos, son nuestras porras, himnos, oraciones y todas aquellas cosas que nos distinguen externamente y hacen que la gente se dé cuenta de inmediato que somos un grupo especial. Son todas aquellas cosas a las que aprendemos a querer porque nos dicen cosas de nuestra manera de pensar y actuar, es lo que nos permite, como se dice muy coloquialmente amar y defender la camiseta y realizar nuestro máximo esfuerzo por lo que creemos y somos.
Pero los instrumentos son solo eso, herramientas que utilizamos para alcanzar nuestro objetivo. Cuando un carpintero (como lo fue Jesús) construye una silla o una mesa, no espera que el serrucho haga todo el trabajo, o que la madera se corte y clave sola; el carpintero utiliza sus herramientas para darle la forma adecuada a la madera, unirla y terminar el mueble que imaginó. Y así nosotros podemos utilizar estos instrumentos para realizar nuestro trabajo de formación de líderes cristianos, pero no podemos esperar que ellos consigan alcanzar completamente el objetivo.
Necesitamos poner mucho de nosotros para poder utilizar estos instrumentos, y también necesitamos entender el porqué de muchas cosas para poder aplicar correctamente la formación integral con los cinco aspectos que manejamos en el Movimiento. Además, creemos necesario tener y entender lo siguiente, antes de revisar los aspectos de formación:
Entusiasmo
Si buscamos en sus raíces griegas, la palabra entusiasmo significa Dios con uno y eso es precisamente lo que queremos, que Dios esté con nosotros para que nuestro trabajo sea agradable y fructífero. La persona entusiasta es aquella que tiene deseos de servir y voluntad de aprender y hacer las cosas bien y con agrado. Se dice del entusiasmo que es el combustible del éxito, y algo que siempre ha existido en el Movimiento es el dar lo más que se pueda de sí mismo para obtener los mejores resultados en lo que hacemos, que es ayudar a crecer a otras personas, ese es nuestro éxito, el propagar la palabra de Dios con nuestro testimonio de vida y convencer a otras personas para que nos acompañen y compartamos el mismo objetivo.
Madurez
La madurez es ver las cosas como realmente son. Es el no tener una visión deformada por nuestros gustos y deseos, sino el conocer lo bueno y lo malo de lo que nos rodea y de cada una de nuestras acciones. Actuar con madurez es el ponderar las razones y efectos de nuestras decisiones y una vez que las tomamos y actuamos, hacernos responsables de ellas y de sus consecuencias. No es malo cometer errores, lo malo es cometerlos por falta de madurez, y lo que busca la formación en la acción es que podamos aprender de los errores y aciertos, nuestros y de otros, para crecer como personas maduras.
Sociedad
Si lo pensamos un poco, veremos que con la vida en equipo comenzamos a formar una sociedad y en ellos aprendemos las reglas fundamentales de una sociedad, pero es necesario no quedarnos ahí. Lo que el M.J.C. busca es que todos aquellos que formamos parte de él, trabajemos en ambientes externos al Movimiento y los transformemos participando en la solución de los problemas que enfrentamos a diario. Así pues, buscamos dar a todas las personas lo que recibimos aquí adentro y tú como parte de una sociedad, con tu participación decides hacia donde vas y de que manera lo harás, pero siempre buscando el bien común, con madurez y de manera comprometida y entusiasta.
La mayor alegría que existe es la de compartir, no sólo lo que tenemos y nos sobra, sino lo que somos y necesitamos, encontrando un sentido profundo en nuestras actividades que nos identifique en la vida social y cultural. En los primeros tiempos del cristianismo, vivió un filósofo llamado Séneca y en una carta que le envió a un amigo llamado Lucilio, escribió lo siguiente: “Todos cuando favorecen a otros se favorecen a sí mismos; y no me refiero al hecho de que el socorrido querrá socorrer y el defendido proteger, sino a que el valor de toda virtud radica en ella misma, ya que la recompensa de la acción virtuosa es haberla realizado.”
Visión
Como nuestro trabajo se desarrolla principalmente con niños y jóvenes, podemos decir que lo que hacemos en el presente está orientado hacia el futuro. Sabemos donde estamos y debemos saber a donde queremos llegar, aunque definitivamente también es muy útil el ver las cosas de una manera clara y definida. Por eso es muy importante que tengas una visión personal de tu futuro en el M.J.C. y que la compartas con tu grupo desde el principio de tu trabajo como dirigente. Ya que esa es parte de tu vida, nadie puede ni debe decirte como vas a vivirla.
No seas como los peces en el agua, que no se percatan de que existe a su alrededor, hasta los sacan de ella y descubren que la necesitan para vivir. Ten muy claro qué quieres para también ver de manera clara cómo lo vas a conseguir y recuerda que para hacer algo, antes hay que ser alguien. “Un hombre sin propósito es como un navío sin timón”. Carlysle.
Evolucionar
Otra cosa muy importante es el aprovechar la voluntad y capacidad de aprendizaje de todas las personas, por eso cuando descubres que tienes el conocimiento para hacer algo, es necesario que lo enseñes y mientras lo haces, comiences a aprender algo nuevo. No queremos que te detengas en tu desarrollo, continúa aprendiendo cosas nuevas, nuevas formas de formar a la gente, convivir con más personas y conocerlas, poder exigirte más a ti mismo y que tu vida sea una secuencia de crecimiento por los retos a los que te enfrentas.
Esta es tu contribución más importante al grupo, poder crecer junto con otros, en la medida que tú lo desees, así que cuando llegue ese momento, procura que se te den los elementos para crecer, búscalos con tu Equipo de Coordinación de Equipo, Zonal y Nacional, pero sé consciente que tú también debes brindarle a quienes están junto contigo los elementos que les ayuden a crecer.
Autonomía
Nuestra idea es que los Coordinadores no existen para controlar y vigilar a cada persona bajo su responsabilidad. Debemos entender que cada persona debe ser responsable de su propio trabajo. Los Coordinadores existen para lograr que los equipos a su cargo alcancen su objetivo particular y a la vez el objetivo del Movimiento. Cada equipo tiene su propia manera de trabajar y proceder, lo mismo ocurre con cada Zona y en cada Región.
Entendemos que autonomía no significa lo mismo que autosuficiencia, significa que cada uno es libre de desarrollar su trabajo para conseguir alcanzar metas y objetivos, pero debemos hacerlo apoyándonos en y apoyando el trabajo de los demás, ya sea como Grupo, Línea y/o Zona.
A este principio de apoyo entre personas y grupos para alcanzar más fácil y rápidamente un objetivo, se le llama sinergía y para el éxito del M.J.C. es fundamental que exista esta sinergía de sus organismos autónomos, de manera que se puedan tomar decisiones correctas y oportunas. Para seguir con citas de personas célebres (y algunas no tanto) el Psicólogo Martín Buber nos lo dice con esta frase “Toda vida verdadera es encuentro.”
Resultados
Una vez que tomamos una decisión, realizamos una acción y esta acción nos proporciona ciertos resultados, en el M.J.C. no importa tanto lo que sepas, como qué tanto haces con lo que sabes. Ahora, esto no quiere decir que no queramos saber cosas, lo que quiere decir es que debemos tratar de lograr lo más posible con lo que vayamos aprendiendo. De esta manera, los resultados que vamos obteniendo en los equipos son en función a la aplicación y proyección de nuestros conocimientos; si en un equipo la formación de sus dirigentes se estanca o incluso se llega a perder, todos perdemos, porque todos somos parte del M.J.C., en cambio si todos procuramos prepararnos para obtener mejores resultados, todos ganamos. La decisión es tuya. Los resultados que obtengas están en función de tu voluntad y deseo de aplicar tus conocimientos para el beneficio de todos, no sólo de la satisfacción de saber cosas. Hay una parábola que ilustra esto, la de la higuera, cuando se dice Por sus frutos la conocerán, pues bien, los frutos que nos dan a conocer son los resultados que obtenemos.
Comunicación
El buen funcionamiento de una relación depende de la comunicación que tengan los integrantes de esa relación. Queremos que las nuestras como Movimiento estén basadas en la confianza y en la apertura para expresar lo que pensamos. La comunicación es un proceso activo, si tu crees que la responsabilidad de mantenerte informado depende de otros, muy probablemente te quedarás esperando, ¡Actúa y busca la información!, y de la misma manera, no esperes a que otros lleguen a preguntarte qué piensas o quieres, ¡Dilo! El Evangelio lo dice muy claramente: Pide y se te dará.
Crecimiento
Crecer es algo muy complicado, a medida que vamos haciéndonos más grandes, descubrimos y aprendemos cosas nuevas, pero también nos enfrentamos a problemas que no nos habíamos imaginado antes. El enfrentar y conquistar esos problemas o retos es lo que nos ayuda a crecer, tanto a nivel personal como colectivo.
En el M.J.C., cada vez que trabajas de manera directa con la gente y con los campos, conoces distintas maneras de pensar, actuar y ser, también descubres que necesitas entender a las personas, comunicarte con ellas y utilizar nuevos métodos para aprender y enseñar. Todos estos retos son los que nos permiten crecer de manera continua, por eso cuando sientas que te estás quedando estancado, grita, levanta la mano, llama la atención y realiza todo lo necesario para buscar nuevos retos y oportunidades de trabajo. La mesa está puesta para que tú te acerques a ella y para que no te estanques por tiempo indefinido.
Estructuras
Una de las cosas que más ha dificultado el camino del Movimiento es querer ver las cosas de una manera compleja y crear estructuras acordes con esta visión. Por eso, aunque sabemos que el M.J.C. es algo muy grande y que requiere un gran esfuerzo para poder trabajar correctamente, te pedimos que no te pierdas en las estructuras, recuerda que cada Zona es diferente de las otras, tiene diferentes enfoques y por lo tanto distintas maneras de trabajar, ofrecen distintos medios de formación, sus actividades son distintas y en conjunto su cultura de Zona es única e irrepetible.
Los equipos son parte de las Zonas, en ellas toman las decisiones importantes para su comunidad y en ellas se desarrollan. Las Zonas se agrupan en Regiones y en cada Región existe una Asamblea que toma las decisiones más importantes para la misma. El Equipo de Coordinación Nacional se encarga de apoyar y facilitar el trabajo de los demás organismos para poder alcanzar el objetivo.
Influencia Cultural
En el M.J.C. debe de existir una estructura de influencia cultural más que de control, Los Coordinadores de cada grupo y organismo influyen en su gente para transmitirles la mística y el estilo (o dicho de otra forma, la cultura) de sus Equipos y Zonas, que es su forma particular de hacer las cosas. El Coordinador con su experiencia busca influir en las decisiones del grupo u organismo que le competen y transmitir esta cultura para que de esta manera, seamos más competentes y tengamos mejores resultados en la formación de nuestros campos.
Formación
El M.J.C. busca ser una escuela para hombres y mujeres que procuran alcanzar el objetivo del grupo, para ponernos al servicio de la sociedad en que nos desarrollamos. Queremos hombres y mujeres con una verdadera vocación cristiana, espíritu de servicio y visión emprendedora de la vida. Lo que nosotros entendemos por emprender, es el no quedar satisfecho únicamente con lo que estamos haciendo en este momento, sino el buscar cosas nuevas que nos permitan realizar nuestros sueños y misión en la tierra, para transformar nuestra realidad.
Cada elemento de nuestra cultura busca crear las condiciones necesarias para formar personas emprendedoras que ayuden al crecimiento (físico, espiritual, técnico, intelectual y psicosocial) de nuestro Movimiento, el integrarse a los dirigentes de los equipos de trabajo, o el fundar nuevos equipos, zonas o líneas, el ir a establecer al Movimiento en lugares donde hasta el momento no existe, todo eso lo puedes hacer si verdaderamente eres una persona emprendedora y ten por seguro que cuntas con el apoyo de todos los demás que integramos el M.J.C.
Posibles riesgos
Sin embargo, como ya mencionamos antes, somos humanos y podemos cometer errores tanto de juicio como de acción, por lo que en ocasiones te encontrarás personas que pueden estar actuando en detrimento de lo que como grupo buscamos; cuando veas que alguien actúa de esta manera, no te quedes callado, expresa tu parecer y mantén un diálogo que nos permita mejorar continuamente. Estamos conscientes que nos falta mucho camino por andar para llegar a ser el grupo cristiano que deseamos y debemos empezar por ser una verdadera comunidad, para lo cual es necesario que mantengamos una buena comunicación que nos permita resolver nuestros problemas y dificultades.
¿Cómo lograrlo?
Ya hemos mencionado muchas cosas que nos permitirán realizar todo lo que estamos planteando. Por principio de cuentas necesitamos una actitud positiva y participativa, recordemos que todos estamos juntos y necesitamos apoyarnos unos a otros. Si lo conseguimos, podremos mantenernos motivados para continuar por el camino que hemos elegido seguir: evangelizar con nuestro testimonio de vida.
Otra cosa que necesitamos es la madurez necesaria para tomar las decisiones correctas, que no sólo me procuren bienestar personal, sino para todos los que estamos trabajando en el Movimiento. La principal razón de muchos fracasos es negarse a ver la realidad porque no nos gusta o no nos conviene, y recordemos que madurez es ver las cosas como realmente son, no como quisiéramos que fueran.
Y algo que también nos es muy necesario, es estar conscientes de que si aceptamos ser parte de un grupo de líderes, necesitamos actuar de modo congruente, es decir, que nuestras acciones, nuestras palabras, nuestras ideas y nuestra vida en general no sea contradictoria. Finalmente nos gustaría resaltar otra cualidad muy importante en un líder cristiano: la humildad. Cuando decidimos ser ejemplo ante los demás y aceptamos la responsabilidad de dirigir a otras personas, debemos estar conscientes de que lo hacemos no para satisfacción de nuestro orgullo, sino por amor a los demás y sobre todo a Dios, quien nos dio ejemplo de humildad mediante Cristo.
Si realmente somos perceptivos a todo lo que aprendemos en nuestros equipos de trabajo, llegamos a entender que aquí estamos aprendiendo lo más maravilloso que existe en el mundo: aprendemos a DAR. Quizá te sirva este acróstico para entenderlo mejor aún:
Descubrir necesidades, propias y de los demás;
Abogar, es decir, buscar cómo cubrir dichas necesidades; y
Respaldar, es decir trabajar para cubrirlas.
Nuestra misión
Nuestra misión es aquella que repetimos sábado tras sábado cada vez que rezamos el Corazón de Cristo: Vivir para él, siendo los apóstoles que él nos ha mandado ser para este mundo actual.
Apóstoles que no sólo transmitan la Palabra de Dios leyéndola, sino también llevándola a la acción. Siendo líderes cristianos no únicamente en nuestros equipos y casas, sino en todos los demás lugares donde desarrollamos nuestra vida, en la escuela, en el trabajo, viviendo el Evangelio que transmitimos diariamente y trabajando intensamente para lograr construir el Reino de Dios en la tierra, que actualmente se denomina la Civilización del Amor en la tierra.
Evangelizar es tener la gracia de dar la oportunidad de conocer a Dios y de crecer espiritualmente al hacerlo, proporcionándonos el doble beneficio de una vida plena. Como también le escribiera nuestro viejo conocido Séneca a su amigo Lucilio: “No hemos de preocuparnos de vivir largos años, sino de vivirlos satisfactoriamente; porque vivir largo tiempo depende del destino, vivir satisfactoriamente de tu alma. La vida es larga si es plena; y se hace plena cuando el alma recupera la posesión de su bien propio y transfiere a sí el dominio de ella misma.” Esta es una decisión que tomamos en el momento que elegimos hacernos cargo de gente y trabajar por su desarrollo. Es el compromiso al querer ser Líderes Cristianos.
Nuestras creencias
Creer es un acto voluntario, es dar como cierto algo que no conocemos de manera física. Cuando se habla de creencias, es inevitable hablar de Dios antes que de algo más, porque todas nuestras acciones deben estar orientadas por su Palabra e iluminadas por su Espíritu, pero además de Fe, que es la virtud que nos permite creer en algo que no conocemos, necesitamos confianza, no sólo en nosotros mismos, sino en los demás y en que todo lo que realizamos tiene como finalidad principal el vivir de una manera digna y valiosa por nuestras acciones para poder construir el Reino de Dios, a todo esto lo identificamos con la Esperanza. Recuerda también que estamos aquí para ayudar a los demás y para compartir con ellos nuestras vidas, a esto le llamamos Caridad. En resumen y recordando la frase de Séneca, creemos en tener una vida plena, para transformar a la humanidad y construir el reino de Dios.
• Aspectos
Queremos resaltar dentro del objetivo, la palabra cristianos, ya que es en la religión cristiana e Iglesia católica donde basamos los principios morales y éticos que cimentan al MJC.
Para entender plenamente los elementos que conforman la estructura y el funcionamiento del MJC, antes tenemos que ubicar su inserción eclesial de modo que cumpla con el objetivo; es decir, de qué manera y en qué forma cumple con la labor de formación de líderes cristianos.
Resulta entonces necesario iniciar nuestra visión con dos acontecimientos casi paralelos: el Concilio Vaticano II y la fundación del Movimiento de Juventudes Cristianas en el año de 1962. Con una estructura de trabajo y organización basada en el sistema Scout, se decide fundar una agrupación con fundamento en los trabajos y conclusiones de dicho concilio, definiendo los siguientes objetivos iniciales:
Compromiso de laicos para formarse cristianamente y así ejercer un apostolado de vida.
Que la formación buscada se base en la responsabilidad mediante el cumplimiento de compromisos autodeterminados
Que dicho apostolado de vida se realice en 3 dimensiones interrelacionadas: familiar, personal y social.
Que dicho apostolado se ejerza dentro de una estructura organizada jerárquicamente por jóvenes para beneficio de los jóvenes.
Es así como se estructura en primera instancia el sistema de trabajo que permita cumplir con los objetivos arriba numerados y que posee las siguientes características:
Grupo de niños, adolescentes y jóvenes organizados jerárquicamente a semejanza de la Iglesia.
Pertenencia voluntaria.
Sistema que implique capacitación y superación en diversos aspectos de manera que el individuo comience a asumir y ejercer responsabilidad en el grupo, para que así que se haga consciente de lo que implica la decisión de asumir un compromiso voluntario.
Estructura dinámica que aliente a los integrantes a permanecer dentro de él.
Ahora bien, toda esta definición de estructuras se da durante un lapso de 6 años, de 1962 a 1968; ya que en este último año se realiza la II Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) en Medellín, Colombia, donde la Iglesia sienta las bases de lo que será su trabajo en América Latina durante los próximos 11 años, definiendo líneas de acción específicas.
Es entonces cuando se reestructura el MJC, incorporando algunas de estas líneas, tales como:
Pastoral juvenil: orientada a la formación de cristianos comprometidos.
Pastoral de élites: formación de líderes.
Pastoral de masas: ejercicio del liderazgo para la evangelización a todos los niveles en que se desenvuelvan los líderes.
Redimensión del trabajo de apostolado y evangelización desde el núcleo familiar (pastoral familiar), hasta el resto de la sociedad (ejemplo de vida).
Es a partir de este momento que el Movimiento adquiere el actual perfil que lo caracteriza, en cuanto a fundamentos filosóficos y razones de existir, de manera que con estas bases pueda cumplir con los objetivos planteados, ayudado de los siguientes dos elementos:
SU ESTRUCTURA:
Basada en la jerarquía de acuerdo a la experiencia y la disciplina de sus integrantes, de manera que se permita una organización efectiva y una comprensión de la importancia que tiene a todos niveles (personal, familiar y social) el trabajo en equipo para lograr un fin común.
CINCO ASPECTOS DE FORMACIÓN INTEGRAL:
Técnico.‑ Proporciona en los equipos de niñez y adolescencia un elemento que es útil para fomentar un afán de superación mediante la competencia en cuanto a nuestro origen escultista. También tenemos que considerar el aprendizaje de técnicas catequéticas, de dinámicas y manejo de grupos que en las cuatro Líneas de trabajo nos permiten realizar una mejor y más eficiente labor.
Físico.‑ Además de reforzar el punto anterior (competencia), es útil y necesario para ayudar y estimular el desarrollo fisiológico de la etapa niñez-adolescencia-juventud. Como dijeron los griegos, mente sana en cuerpo sano.
Psico‑social.‑ Para que el individuo se haga consciente de los alcances de la responsabilidad que implica asumir compromisos y cumplirlos adecuadamente dentro de una sociedad, se le organiza en grupos de trabajo que le van permitiendo ejercer diversos niveles de responsabilidad, de manera que se forme como un individuo socialmente constructivo.
Intelectual‑Cultural.‑ No sólo es necesario estimular una superación en los aspectos internos de trabajo de cada equipo, sino también el proporcionarles elementos que le permitan normar el criterio como cristianos, complementando los ámbitos familiar y escolar, de manera que no sean fácilmente influenciables.
Religioso‑Espiritual.‑ Es el aspecto que completa el trabajo de formación del individuo ya que para ser un cristiano cabal no sólo basta conocer elementos de doctrina y asistir a actos litúrgicos, sino participar activamente en estos últimos (para ser Iglesia), así como conocer profundamente el significado de cada acción realizada en la vida, y entenderla como la relación completa entre el hombre y Dios, mediante una relación constructiva dentro de la sociedad (para hacer Iglesia).
Cuando por medio de estos elementos (estructura y aspectos formativos) el individuo va comprendiendo la importancia que tiene el participar activamente en las actividades que propician un bien común, tiende a desarrollar una actitud positiva dentro de los diferentes núcleos sociales en que se desenvuelve (familiar, escuela y amistades).
Finalmente, el objetivo que persigue a largo plazo el Movimiento es que el individuo aprenda y aprehenda a madurar continuamente a lo largo de su vida en todos los aspectos, de manera que sea constructor de una mejor sociedad.
Epílogo
Epílogo es una palabra griega que significa literalmente alrededor de lo estudiado o de la palabra dicha, y en español se utiliza como sinónimo de conclusión, quizá te parezca una payasada haber elegido esta palabra para terminar este documento, pero tenemos una muy buena razón para usarla.
Todas estas cosas que hemos visto acerca del M.J.C. y de su cultura, sus instrumentos de mística, sus actividades para formarnos de manera integral con ayuda de los cinco aspectos (técnico, físico, psico‑social, intelectual‑cultural y espiritual‑religioso), no sirven de nada, si no tenemos la intención ni voluntad de asimilarlo y transmitirlo. Necesitamos que todo lo que hagamos tenga estos elementos como punto de partida y que a la vez lo rodeé y permée y sea como el oxígeno que necesitamos respirar para vivir.
Cuando somos llamados a formar parte de un equipo de jefatura o invitados a profundizar nuestro compromiso y formación social en el trabajo de la línea juvenil, nos recuerdan que no estamos aquí para ser servidos, sino para servir, que el trabajo que realicemos muchas veces nos obligará a renunciar a otras actividades que también nos agradan y que existirán críticas de muchas personas (familiares incluidos) porque no entienden qué es lo que hacemos.
Y lo que hacemos es sencillamente vivir conforme a las tres virtudes que mencionamos anteriormente: Fe, Esperanza y Caridad. Fe porque tenemos la certeza de que en nuestro camino no nos encontramos solos, sino acompañados de Dios, quien nos impulsa a seguir adelante porque es nuestra fuerza y aliento. Esperanza porque aunque sabemos que nuestro trabajo está orientado a un futuro que desconocemos, también sabemos que puede ser mejor si nos esforzamos y trabajamos unidos, conscientes de que si nosotros no hacemos posibles las cosas, muy difícilmente alguien más las hará.
Y finalmente es también un acto de caridad, que es el amor a los demás.
San Pablo nos lo dice en una de sus cartas a los Corintios: el amor es generoso, es fiel, se entrega y da vida. Sin amor no somos campanas cuyo sonido es armónico y agradable de escuchar, sino trozos de metal que lastiman el oído al tañerlos. Amemos nuestro trabajo y hagamos que las personas que están junto a nosotros aprendan a amarlo también.
domingo, 21 de agosto de 2011
Corazón de Cristo
Entre 1962 y 1965, el Pbro. Roberto Salido propone la Espiritualidad de la Cruz y la plasma en la oración del MJC:
CORAZÓN DE CRISTO: ROCA, FUERZA Y SALVACIÓN NUESTRA
La primera clave es la aceptación a Cristo, consciente y responsablemente. Aquí reside la mística. Aquí nos forjamos como hijos, hermanos y señores. Se acepta a Cristo como roca y cimiento de todo, como base/motor de nuestra salvación.
QUEREMOS VIVIR PARA TI
La fe cristiana es una vivencia real y no una aceptación teórica. Queremos ser seguidores de Cristo, sus discípulos y poder experimentarlo como roca, fuerza y salvación.
QUEREMOS QUE NUESTRAS ACCIONES, SUFRIMIENTOS Y ALEGRÍAS SEAN PARA TI
Cristo no tiene que ofrecernos, simplemente todo lo que constituye nuestra vida, toda nuestra persona se ofrece; de esta manera habrá una relación, una persona en relación con Dios.
PARA QUE UNIDOS NUESTROS CORAZONES CON EL TUYO, EN AMISTAD PERFECTA, NUESTRA VIDA ENTRA SEA UN CONSUELO A TU CORAZÓN
El unir corazones es una unión radical y en el corazón está todo lo humano de mi ser. se busca una amistad perfecta en donde no falta nada. En el corazón también reside el dolor. El dolor de Jesús proviene de su amor al Padre pero también de su amor y solidaridad con los hombres. En este dolor proveniente del amor y compartiendo esa amistad, buscamos ser con nuestra vida la parte que le consuele y dé fuerza a esa amistad.
HAZ QUE SEPAMOS VIVIR INTENSAMENTE NUESTRO SACERDOCIO DE BAUTIZADOS
La mística reside en una sola palabra: SACERDOCIO; el sacerdocio de Cristo al Padre y a los demás. Con respecto al Padre, es una obediencia filial; con respecto a los hombres, es solidaridad: hace suya la realidad de los hombres. La mística del MJC reside en vivir este sacerdocio hasta las últimas consecuencias, como Cristo que entregó su vida, que es lo más preciado del hombre. Es una invitación a vivir lo que adquirimos con el bautizo: ser Profeta, Sacerdote y Rey.
PARTICIPANDO ACTIVAMENTE EN LA SAGRADA LITURGIA
La liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Cristo. Debe ser centro en la vida del MJC. Hacer de la Eucaristía nuestra vida y de nuestra vida una Eucaristía. El fruto del sacerdocio es la reconciliación de los hombres con Dios para que el hombre esté en comunión con Dios y con los hombres, implicando con ello el Reino de Dios. Somos partícipes del sacerdocio de Cristo para construir la comunión, y todo esto con base en el amor.
PROLONGANDO HASTA NUESTRA PROPIA VIDA LA MISA QUE ES TU SACRIFICIO
La misa no está concluida si no lo queremos, si no hacemos que sea trascienda y sea vida en nuestras vidas.
ACTUANDO COMO APÓSTOLES DEL MUNDO DE HOY COMO TÚ NOS HAS MANDADO HACERLO
Como consecuencia detono lo anterior, es necesario ejercer en vida nuestro ser profeta y anunciar en nuestro mundo tu mandato.
PARA QUE EL ESPÍRITU SANTO REINE POR LA GRACIA Y LA CARIDAD
El Espíritu Santo es el que arma todo y nos mueve para hacer la comunión. Por esto, es Jesús Cristo "el ungido" o lleno del Espíritu y por el Espíritu actúa. Debemos saber llamar al Espíritu para poder ejercer el sacerdocio, alimentado y lleno del amor.
EN LOS CORAZONES DE TODOS ESPECIALMENTE EN EL DE TUS SACERDOTES
Los sacerdotes impulsan a vivir el sacerdocio y necesitan una atención especial para poder transmitir el mensaje.
CONCÉDENOS SENTIR SIEMPRE A NUESTRO LADO LA PRESENCIA MATERNAL DE MARÍA
Como madre de Cristo y tremendamente respetuosa del Hijo. Con María todo, sin ella nada.
COMO LA TUVISTE TÚ AL PIE DE TU GLORIOSA CRUZ
Sentir a María en el momento culminante.
CORAZÓN DE CRISTO: ROCA, FUERZA Y SALVACIÓN NUESTRA
La primera clave es la aceptación a Cristo, consciente y responsablemente. Aquí reside la mística. Aquí nos forjamos como hijos, hermanos y señores. Se acepta a Cristo como roca y cimiento de todo, como base/motor de nuestra salvación.
QUEREMOS VIVIR PARA TI
La fe cristiana es una vivencia real y no una aceptación teórica. Queremos ser seguidores de Cristo, sus discípulos y poder experimentarlo como roca, fuerza y salvación.
QUEREMOS QUE NUESTRAS ACCIONES, SUFRIMIENTOS Y ALEGRÍAS SEAN PARA TI
Cristo no tiene que ofrecernos, simplemente todo lo que constituye nuestra vida, toda nuestra persona se ofrece; de esta manera habrá una relación, una persona en relación con Dios.
PARA QUE UNIDOS NUESTROS CORAZONES CON EL TUYO, EN AMISTAD PERFECTA, NUESTRA VIDA ENTRA SEA UN CONSUELO A TU CORAZÓN
El unir corazones es una unión radical y en el corazón está todo lo humano de mi ser. se busca una amistad perfecta en donde no falta nada. En el corazón también reside el dolor. El dolor de Jesús proviene de su amor al Padre pero también de su amor y solidaridad con los hombres. En este dolor proveniente del amor y compartiendo esa amistad, buscamos ser con nuestra vida la parte que le consuele y dé fuerza a esa amistad.
HAZ QUE SEPAMOS VIVIR INTENSAMENTE NUESTRO SACERDOCIO DE BAUTIZADOS
La mística reside en una sola palabra: SACERDOCIO; el sacerdocio de Cristo al Padre y a los demás. Con respecto al Padre, es una obediencia filial; con respecto a los hombres, es solidaridad: hace suya la realidad de los hombres. La mística del MJC reside en vivir este sacerdocio hasta las últimas consecuencias, como Cristo que entregó su vida, que es lo más preciado del hombre. Es una invitación a vivir lo que adquirimos con el bautizo: ser Profeta, Sacerdote y Rey.
PARTICIPANDO ACTIVAMENTE EN LA SAGRADA LITURGIA
La liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Cristo. Debe ser centro en la vida del MJC. Hacer de la Eucaristía nuestra vida y de nuestra vida una Eucaristía. El fruto del sacerdocio es la reconciliación de los hombres con Dios para que el hombre esté en comunión con Dios y con los hombres, implicando con ello el Reino de Dios. Somos partícipes del sacerdocio de Cristo para construir la comunión, y todo esto con base en el amor.
PROLONGANDO HASTA NUESTRA PROPIA VIDA LA MISA QUE ES TU SACRIFICIO
La misa no está concluida si no lo queremos, si no hacemos que sea trascienda y sea vida en nuestras vidas.
ACTUANDO COMO APÓSTOLES DEL MUNDO DE HOY COMO TÚ NOS HAS MANDADO HACERLO
Como consecuencia detono lo anterior, es necesario ejercer en vida nuestro ser profeta y anunciar en nuestro mundo tu mandato.
PARA QUE EL ESPÍRITU SANTO REINE POR LA GRACIA Y LA CARIDAD
El Espíritu Santo es el que arma todo y nos mueve para hacer la comunión. Por esto, es Jesús Cristo "el ungido" o lleno del Espíritu y por el Espíritu actúa. Debemos saber llamar al Espíritu para poder ejercer el sacerdocio, alimentado y lleno del amor.
EN LOS CORAZONES DE TODOS ESPECIALMENTE EN EL DE TUS SACERDOTES
Los sacerdotes impulsan a vivir el sacerdocio y necesitan una atención especial para poder transmitir el mensaje.
CONCÉDENOS SENTIR SIEMPRE A NUESTRO LADO LA PRESENCIA MATERNAL DE MARÍA
Como madre de Cristo y tremendamente respetuosa del Hijo. Con María todo, sin ella nada.
COMO LA TUVISTE TÚ AL PIE DE TU GLORIOSA CRUZ
Sentir a María en el momento culminante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)